20 Mar Dile stop al atracón
Los atracones se caracterizan por la ingesta de una gran cantidad de comida, superior a las necesidades, en un periodo de tiempo relativamente corto. La persona come hasta sentirse desagradablemente llena y, no siempre esta acción responde a una sensación de hambre. Si esta situación te resulta familiar, es importante que aprendas a controlarlo.
Si bien es cierto que un antojo ocasional no resulta perjudicial, la cosa se complica cuando se pierde el control de la situación, pudiendo derivar en el denominado “trastorno por atracón”. Otra consecuencia de este comportamiento impulsivo es la obesidad. Es muy importante analizar las causas que determinan esta enfermedad, con cifras alarmantes en la actualidad, ya que son muchas las personas que debido a los excesos en la ingesta, van ganando peso poco a poco sin control y, en muchas ocasiones, sin ser verdaderamente conscientes de ello.
Los atracones principalmente se producen como consecuencia de las emociones, algunos factores psico-sociales son el estrés, la ansiedad, la depresión, los problemas personales, la pérdida de un empleo, el aburrimiento, la soledad, el fracaso en una dieta de control de peso, etc. En estos casos ocurre que la persona no consigue controlar sus sentimientos y trata de resolver sus problemas recurriendo a la comida, ya que inicialmente le relaja y le hace sentir mejor.
Probablemente, la mayoría de nosotros ha experimentado esa sensación en algún momento de nuestra vida.
El problema es que, generalmente, al atracón le sigue un sentimiento de culpa, tristeza, frustración, depresión o disgusto con uno mismo. Además, a lo largo de ese día y en los posteriores, se produce un profundo malestar al recordar dicha actitud. Lo anterior puede derivar en un círculo vicioso, al no conseguirse otra cosa que potenciar la frustración y la ansiedad, y al comprobar que el atracón no ha resuelto el problema que lo originó. De este modo, se corre el riesgo de volver a pagar estos nuevos sentimientos con la comida.
10 CONSEJOS PARA FRENAR TUS IMPULSOS
- Asume la conducta impulsiva:
Cuando te dispongas a atacar la nevera, párate un momento a pensar si realmente tu cuerpo necesita toda esa cantidad o ese tipo de comida y si ese comportamiento solucionará tu problema. Aunque todavía no seas capaz de evitar esta conducta, los siguientes consejos te ayudarán.
- Anota un diario:
Cada vez que te ocurra, anota la fecha (para controlar su frecuencia), así como las sensaciones y emociones que has tenido, lo que ha ocurrido en el día y todo aquello que pudiera de alguna manera estar relacionado con la situación.
- La lista de la compra de casa:
Prepara tu lista de la compra y no adquieras ningún alimento que no esté incluido en ella. Esto evitará que recurras a alimentos poco recomendables durante el atracón
- La hora de la comida:
Establece unos horarios ordenados de comidas y respétalos. Realizar siempre las 5 comidas al día te ayudará. Durante las comidas no realices ninguna otra actividad: prohibido ver la televisión, ya que te hará perder la noción de lo que comes.
- Trata de comer siempre en compañía:
Sobre todo, a las horas que suelas notar ese deseo incontrolado de comer. Esto facilitará tu autocontro
- Date un tiempo:
Deja unos minutos entre tus ganas de comer y la ingesta del alimento. Procura que este descanso previo sea cada vez un poco más amplio.
- Relájate:
Dedica diariamente unos minutos a practicar la relajación en tu propia casa. Realiza ejercicios respiratorios en un ambiente tranquilo o, incluso dándote un baño de espuma…piensa cómo mimar tu cuerpo y tu mente. Otras opciones son las clases de yoga, tai-chi u otras técnicas similares que te pueden ayudar.
- Una vida activa:
El ejercicio físico moderado te ayudará a mejorar el estado de ánimo.
- El descanso es importante:
Dormir todos los días alrededor de 8 horas y fijar unos horarios estables antes de acostarse, también es importante.
- La medicina natural:
Algunos complementos naturales te ayudarán a controlar ese estado de ansiedad, estrés, tristeza…
