18 Jul Alimentación saludable de la madre lactante
Varias cuestiones preocupan a las madres: qué y cuánto comer, qué alimentos evitar y cuáles son especialmente beneficiosos. Estudios en madres sanas y bien nutridas de países occidentales, cuyos hijos aumentaban de peso con lactancia materna exclusiva, se observó que comían apenas 100 kilocalorías más al día, incluso menos. Esto es debido a que, al igual que durante el embarazo, en la lactancia se produce un cambio en el metabolismo que conduce a un mejor aprovechamiento de los alimentos ingeridos.
¿QUÉ DEBE COMER UNA MADRE LACTANTE?
La madre lactante debe comer lo de siempre, es decir, una dieta sana y equilibrada, a base de cereales (pasta, arroz, pan) y legumbres (alubias, garbanzos, lentejas, guisantes), complementados diariamente con fruta y verdura y, de vez en cuando, con algún alimento de origen animal: carne, pescado, huevos o lácteos.
Dentro de los alimentos prohibidos durante la lactancia, los más habituales son ajos, cebollas, alcachofas, coles de Bruselas y espárragos, que se supone que dan mal sabor a la leche, y también las legumbres, sobre todo las alubias y el brécol, que se cree que causan gases al bebé.
Pero, el único alimento con el que se ha hecho un estudio científico es el ajo. Dicho estudio reveló que la leche olía a ajo, que analizando la leche materna en el laboratorio se encontraba la esencia del ajo y, curiosamente, que los niños y niñas cuyas madres habían tomado ajo mamaban más en la siguiente toma.
Por otro lado, si bien en alguna situación concreta podría ocurrir que a un bebé le molestase el sabor de algún alimento que hubiese ingerido la madre, lo que no parece tener base científica es que dicha ingesta origine gases durante la digestión del bebé.
ALIMENTOS QUE AYUDAN A TENER MAS LECHE
También se dice de muchos alimentos que son recomendables para tener más y mejor leche para el lactante. Por ejemplo, las almendras y avellanas, las sardinas y la leche de vaca. Sin embargo, se ha comprobado que no hay ningún alimento que sea necesario para tener leche materna de calidad.
Casi como anécdota, una excepción es la cerveza: se ha comprobado que es cierta la creencia popular de que la cerveza produce más leche. Y tiene su justificación en el hecho de que dicha bebida tiene algún componente que hace aumentar los niveles de prolactina. Sin embargo, por favor, procure que sea sin alcohol.
En cuanto a los suplementos, vitaminas y minerales, solo hay dos que deben tomar las madres lactantes: yodo y vitamina B12. El yodo es parte fundamental de la tiroxina, la hormona fabricada por el tiroides y que regula el metabolismo. Como es bien sabido, el pescado marino es rico en yodo, y también es bueno consumir siempre sal yodada. Pero durante el embarazo y la lactancia, la mujer necesita más yodo del habitual. Por eso se recomienda que durante dichos periodos todas las mujeres tomen un suplemento de yodo al día, al igual que de vitamina B12.
Por otro lado, respecto a los contenidos de hierro, durante el embarazo y la lactancia, las necesidades de hierro se reducen a la mitad. Y las necesidades de calcio no aumentan durante la lactancia. La ingesta recomendada es la misma para cualquier mujer.
Y ¿cuánto beber? Lógicamente, la madre que da el pecho necesita más agua. Por eso tiene más sed, y bebe más. Pero no se requiere forzarse a beber automáticamente una cantidad determinada: beberá todo lo que necesite, como cualquier persona sana.
VENTAJAS DE LA LACTANCIA
Por último, las ventajas de la lactancia son muchas, y en concreto a la madre le previene de las alergias y le adelgaza. La lactancia materna disminuye el riesgo de varias enfermedades atópicas. Y durante el periodo de lactancia la madre adelgaza. En efecto, se ha comprobado que las madres pierden aproximadamente medio kilo al mes durante los primeros seis meses. Lo mismo que en cualquier otra época de la vida es importante que realice ejercicio físico si quiere que el logro conseguido se mantenga en el tiempo.
Es muy importante tener siempre muy presente que si solo hace dieta se pierde masa muscular. Pero, con dieta y ejercicio, la masa muscular se mantiene o incluso aumenta y se pierde grasa. Perder masa muscular no es sano, y el organismo tiende a recuperarla en cuanto tiene ocasión. Sin embargo, el tejido muscular es muy activo, quema calorías incluso en estado de reposo del individuo, mientras que el tejido graso es inactivo y no consume kilocalorías.
Bibliografía|Carlos González, ‘Un regalo para toda la vida. Guía de la lactancia materna‘, Ediciones Temas de Hoy, S.A., 2008