01 Jun Verano y alimentación de los niños
En tiempo de vacaciones las rutinas cambian, los horarios se alteran y la alimentación corre un mayor riesgo de desordenarse, lo cual representa un peligro para la salud de los niños.
Aprovecha las frutas y verduras de la estación. Las frutas y las verduras son una fuente importante de vitaminas y minerales para todos, pero tienen una especial importancia para el crecimiento de los niños. Son ricas en fibra y bajas en calorías, por lo que evitan el estreñimiento y la obesidad.
Además, las vacaciones, son una oportunidad para que los niños consuman alimentos de temporada y prueben nuevos sabores, dentro de un ambiente festivo.
- Respeta los horarios también en verano. La rutina es muy importante para regular el apetito de los niños. Evita que realicen las comidas con prisas y a distintas horas cada día. Una buena masticación favorece la digestión, evita los gases y otros problemas intestinales.
- Empieza el día con un buen desayuno.Al igual que en el curso escolar, se debe vigilar que el niño realice un desayuno correcto.Incluye en el desayuno de tus hijos leche, cereales, zumos o piezas de frutas.
- Evita las frituras. Sustituye los fritos por los alimentos a la plancha. Recuerda que es mejor consumir alimentos guisados, cocidos o asados.
- Respeta las digestiones. Un corte de digestión puede ocasionar dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de conocimiento.
- Mantén la merienda. Un tentempié a media tarde es fundamental para no llegar con tanta hambre a la hora de la cena y evita bajadas de glucosa, sobre todo, en verano cuando los niños desarrollan más actividad física. Bocadillos y sandwiches, acompañados de leche, yogures y zumos de fruta son buenas alteranativas para completar la alimentación de verano de los niños.
- Durante el verano existe también un mayor riesgo de deshidratación, por ello se aconseja consumir abundante cantidad de líquidos, principalmente agua. Incluya líquidos sistemáticamente en la dieta sin esperar a que los niños tengan sensación de sed. El consumo de frutas, zumos y batidos les ayudarán a superar el calor de esta estación. Las frutas pueden ser compotas frías, frutas frescas trituradas o trozos de frutas de temporada. Las frutas de verano, como el melón, el melocotón o la pera, son muy dulces y los niños las comen perfectamente.