MITOS SOBRE LA LACTANCIA MATERNA

Está más que demostrado lo beneficiosa que es la lactancia mediante la leche materna para la salud del bebé. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la lactancia materna reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios sanitarios que llegan hasta la edad adulta. Para el conjunto de la población se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años. Sin embargo, hay muchos mitos erróneos que preocupan mucho a las madres y pueden dar como resultado un abandono temprano de este tipo de alimentación del bebé. En este artículo vamos a desmantelar 10 de los mitos más comunes para que las madres tomen una decisión informada en lo que respecta a la alimentación de su hijo, con el convencimiento de que, desde un punto de vista nutricional, el desarrollo del bebé está garantizado con la lactancia materna y puedan alimentar a sus bebés de la mejor manera posible sin tener ningún miedo.

1. El éxito de la lactancia depende de la forma de los pezones y del tamaño de los pechos:
El éxito de la lactancia está relacionado con la información y soporte que recibe la madre, su confianza en sí misma, y la colocación frecuente y eficiente del bebé al pecho. No tiene que ver con la forma de los pezones ni el tamaño de los pechos. Los pechos pequeños amamantan tan bien como los más grandes y la forma de los pezones en general no afecta la lactancia. Es cierto que en algunas situaciones particulares, tales como pezones umbilicados o extremadamente grandes, se pueden tener más dificultades al principio, pero pueden solucionarse con un adecuado apoyo profesional.

2. Hay madres que no producen suficiente leche y esta baja producción se hereda:
La baja producción no se hereda. Hasta el momento no se ha evidenciado ninguna causa de hipogalactia hereditaria. La producción láctea se relaciona con la colocación frecuente del bebé al pecho, el buen agarre y la succión efectiva, que permita el adecuado vaciado del pecho. Es decir, cuanto más se tenga al bebé en el pecho, más leche se producirá.

3. La madre que amamanta debe tener una dieta especial y restringir ciertos alimentos, para evitar gases y cólicos en los niños:
Los cambios en el sabor de la leche favorecerán que el bebé se adapte a diferentes sabores y faciliten la inserción de alimentos complementarios una vez termine la etapa de lactancia exclusiva. Ningún alimento que pueda comer la madre provoca gases en el bebé. No obstante, es conveniente recordar que el consumo de sustancias que contengan cafeína o bromocriptina, como café, colas, té, mate y chocolates, no están contraindicadas, pero deben consumirse de forma moderada, y si es posible no inmediatamente antes de dar el pecho.

4. La mujer lactante debe comer más, tomar más leche, beber más agua… para producir más leche:
La madre debe seguir una dieta equilibrada y variada, por encima de las 1800 Kcal, comiendo todo tipo de alimentos como verduras, frutas, cereales y proteínas. Es conveniente no aumentar el consumo de lácteos más allá del habitual. De hecho, el calcio se puede obtener de una gran variedad de fuentes no relacionadas con los lácteos, como las verduras de hoja verde, las semillas, los frutos secos y pescados, como la sardina y el salmón. Por otro lado, la cantidad de agua a tomar se regulará según la sed que se tenga. La producción de leche ni mejora ni aumenta con beber más leche, ni comer en exceso ni beber más agua.

5. La producción de leche en los primeros días, llamada calostro y la leche que es más aguada (la que sale al principio de la toma) es insuficiente para alimentar al bebé:
Estos dos tipos de leche tienen unas cualidades específicas en cuanto a su composición y las dos aportan beneficios específicos al bebé. El Calostro tiene una composición ideal como primer alimento del recién nacido, con un alto contenido en proteínas y factores de defensa y la primera leche que sale del pecho, al comenzar la toma, contiene más lactosa y su aspecto es más acuoso. La parte final de la toma contiene más grasas y es más densa.

6. El bebé llora porque tiene hambre, porque la leche materna no es suficiente:
Frecuentemente el llanto se asocia con el hambre, lo que erróneamente conduce a la madre a complementar la lactancia con fórmula, al creer que su leche no es suficiente. El llanto es la forma como el bebé se comunica, cuando tiene hambre, cuando está incómodo, asustado, insatisfecho, cuando siente dolor o cuando requiere contacto o consuelo. Si el bebé llora por hambre, está pidiendo nuevamente el pecho, así que no hace falta otro tipo de alimentación.

7. El bebé debe mamar cada 3 horas para estar bien alimentado y hay que darle de mamar de los dos pechos en cada toma:
La lactancia materna debe ser “a demanda”, sin horario fijo, permitiendo que el bebé decida cuando y cuánto comer, ya que la succión frecuente y el vaciado de la mama son los principales estímulos para asegurar una producción abundante de leche. Además, la leche que sale al final es la que más contenido tiene en grasas, por lo tanto, conviene vaciar la primera mama antes de ofrecer la segunda. De esa manera se consigue que la succión haga que la producción de leche sea la correcta.

8. Los bebés amamantados no duermen bien durante las noches:
Los bebés crecen a un ritmo acelerado y, en la mayoría de ellos, el 25% de su consumo de leche se produce durante la noche. Por otro lado, al ser inmaduros, los bebés tienen un sueño superficial, que es un mecanismo protector de su sueño. En la naturaleza todo tiene un sentido, y eso es lo mejor para los niños. A medida que el bebé crece, se irá adaptando a la vida y no necesitará despertarse tan a menudo. De todas formas, el bebé puede dormir cerca de su madre, así en el caso de que su hij@ se despierte, podrá colocarl@ junto a ella y darle de mamar acostada y volver a dormir una vez que el bebé haya terminado.

9. La madre no puede continuar amamantado si debe reincorporarse al trabajo:
La madre puede prolongar la lactancia, implementando su propio banco de leche casero. Esto le permitirá realizar la extracción, conservación y suministro de su leche, de manera que ésta le sea suministrada a su bebé con tacita, cucharita o inyectadora, por la persona que lo cuida.

10. Dar pecho a demanda, genera niños dependientes y trastornos de pareja:
El pecho a demanda es una necesidad de los bebés. El bebé debe tener una relación de dependencia con su madre, porque la cría humana es inmadura desde el punto de vista fisiológico y psicológico. Las necesidades del bebé son muy intensas al principio, pero van disminuyendo con el tiempo. Además, el trabajo en equipo que se realiza al cuidar de un recién nacido puede unir a una pareja conforme aprenden a ser padres juntos.

FUENTES:
https://www.aeped.es/sites/default/files/8-lm_andalucia.pdf
https://www.who.int/maternal_child_adolescent/topics/newborn/nutrition/breastfeeding/es/
https://inatal.org/el-parto/lactancia/66-lactancia-materna-por-que/395-10-mitos-sobre-lactancia-materna.html
https://www.fundacionbengoa.org/noticias/2017/mitos-y-realidades-en-la-lactancia.asp
http://lactanciamaterna.aeped.es/falsos-mitos/
https://www.unicef.org/Mitos_de_la_lactancia_materna.pdf

Jone Larrañaga
j.larranaga@novadiet.es